El Opel Calibra es un coupé deportivo producido por el fabricante alemán Opel entre 1989 y 1997. Este modelo se convirtió en un verdadero símbolo de su época, combinando un diseño elegante, prestaciones dinámicas y un precio asequible. El Calibra se construyó sobre la plataforma del Opel Vectra A, pero se distinguía por su carrocería aerodinámica, que ofrecía uno de los coeficientes de resistencia aerodinámica (Cx) más bajos entre los coches de serie de aquella época — solo 0,26. Esto lo hacía no solo hermoso, sino también eficiente en la carretera.
Nombres alternativos en otros países
El Opel Calibra se vendió bajo diferentes nombres según el mercado:
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Vauxhall Calibra — en el Reino Unido (bajo la marca Vauxhall, también propiedad del grupo General Motors).
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Holden Calibra — en Australia y Nueva Zelanda (bajo la marca Holden).
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Chevrolet Calibra — en algunos países de América Latina.
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Opel o Chevrolet Calibra — en países de Asia y Oriente Medio.
Material de los parachoques: Polipropileno, terpolímero de etileno, propileno y dieno. Marcado PP/EPDM.
Herramientas para el desmontaje:
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Llaves de vaso.
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Palanca para clips.
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Destornillador plano.
Cómo quitar el parachoques delantero
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Levantar y asegurar el capó.
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Desatornillar los tres tornillos debajo del capó que sujetan la parte superior del parachoques delantero.
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Desatornillar los tornillos en la parte inferior del parachoques.
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Desatornillar un tornillo a cada lado en los pasos de rueda (será más fácil si se giran las ruedas).
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El parachoques está retirado. La instalación se realiza en orden inverso.
Cómo quitar el parachoques trasero
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Abrir el maletero.
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Dentro del maletero, desatornillar tres tornillos de 10 mm que sujetan la parte superior del parachoques al panel trasero.
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En los pasos de rueda, desatornillar dos tornillos que sujetan las esquinas.
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Desatornillar dos tornillos en la parte inferior y retirar dos clips.
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Retirar el parachoques tirando hacia atrás (desconectar los cables).
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La instalación se realiza en orden inverso.
Datos interesantes sobre el Opel Calibra:
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Diseño adelantado a su tiempo: El Calibra fue diseñado bajo la dirección del diseñador Erhard Schnell. Sus formas aerodinámicas y su diseño agresivo pero elegante siguen siendo considerados un referente del estilo de los años 90.
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Récord de aerodinámica: Con un coeficiente de resistencia aerodinámica de 0,26, el Calibra mantuvo durante mucho tiempo el título de coche de serie más aerodinámico del mundo. Este logro se consiguió gracias a un diseño minucioso de la carrocería, incluyendo los faros retráctiles de las primeras versiones.
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Ambiciones deportivas: Opel participó activamente en competiciones con el Calibra. El modelo se utilizó en el campeonato DTM (Deutsche Tourenwagen Meisterschaft), donde logró éxitos notables. En 1996, el equipo Opel ganó el campeonato DTM con el Calibra, destacando su potencial deportivo.
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Motores potentes: Dependiendo de la versión, el Calibra ofrecía una amplia gama de motores: desde el 1.8 litros de 115 CV hasta el V6 de 2.5 litros de 170 CV (en la versión Turbo hasta 204 CV). Esto lo convertía en un rival de modelos como el Ford Probe y el Honda Prelude.
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Faros retráctiles: Las primeras versiones del Calibra (hasta 1992) estaban equipadas con faros retráctiles, que añadían un toque futurista al coche. Sin embargo, posteriormente se abandonaron debido a la complejidad del diseño y los costes de mantenimiento.
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Popularidad en el cine: El Calibra se convirtió en una verdadera estrella en la pantalla, apareciendo en películas y series de televisión de los años 90. Por ejemplo, se puede ver en la serie británica "Un asesinato inglés".
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Estatus de culto: Hoy en día, el Opel Calibra es considerado un coche de culto entre los entusiastas de los automóviles clásicos. Se valora por su estilo, aerodinámica y carácter deportivo. Los ejemplares bien conservados son muy buscados por los coleccionistas.
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Intento de resurgimiento: En la década de 2010, circularon rumores sobre un posible regreso del Calibra a la gama de Opel, pero por ahora siguen siendo solo sueños de los fans de la marca.
El Opel Calibra no es solo un coche, sino un símbolo de una época en la que el diseño y las soluciones de ingeniería iban de la mano. Dejó una huella imborrable en la historia del automóvil y sigue despertando admiración entre los amantes de los clásicos.